miércoles, 29 de junio de 2011

ATEA SE SOLIDARIZA CON LOS COMPAÑEROS ANIMALISTAS DETENIDOS, ACUSADOS POR LA PRENSA DE “ECOTERRORISTAS”

ATEA SE SOLIDARIZA CON LOS COMPAÑEROS ANIMALISTAS DETENIDOS, ACUSADOS POR LA PRENSA DE “ECOTERRORISTAS”
Miércoles, 22 de Junio de 2011 19:57


Nuestra asociación desea hacer pública de forma inequívoca su solidaridad con las personas detenidas durante la jornada de hoy en distintos puntos del Estado, bajo la acusación mediática de practicar el denominado “ecoterrorismo”. Poniendo por delante la presunción de inocencia que todo ciudadano y ciudadana en teoría posee en cualquier sociedad democrática, desde ATEA deseamos hacer algunas reflexiones que nos parecen esenciales en estos momentos. Y la primera hace referencia a que, en el hipotético caso de que las acusaciones vertidas (liberación de animales inocentes encerrados para su explotación y muerte) sobre las citadas personas fueran ciertas hasta en sus más ínfimos detalles, en ningún caso podrían ser éstas tildadas –con la ética en la mano– de “terroristas”, sino más bien de héroes, merecedores por tanto más de un reconocimiento público que de la cárcel y el descrédito. ATEA no considera que determinadas “acciones directas” sean pertinentes (en el sentido de eficaces para un cambio de mentalidad) en los tiempos que vivimos, en tanto que aún la causa animalista se aprecia por una parte sustancial de la sociedad como una “causa menor”, cuando no como una locura sectaria. Pero nuestro rechazo a la praxis viene dado por razones de exclusiva índole estratégica, y no tanto por una condena a la razón última que mueve a alguien a intentar ayudar con desesperación y coraje a quien de verdad lo necesita: en este caso los animales. Es por ello que consideramos que una sociedad que aprueba la muerte masiva de inocentes por las causas más triviales, entre las que se encuentran el sabor de su carne, la belleza de su piel, o el atractivo de su presencia en el escenario, no posee autoridad moral alguna para condenar un acto eminentemente solidario como la puesta en libertad de presos que lo están sin condena firme ni acusación formal. Puede –y sólo “puede”– que la fórmula sea o no correcta, pero de lo que no nos cabe ninguna duda es de que a aquellas personas que deciden por su cuenta y riesgo dar una oportunidad a seres cuyo único “delito” fue nacer visón en lugar de oso panda, o codorniz en lugar de petirrojo (animales que nacieron bajo el estigma de animales), no cabe asignarles la ruda etiqueta de terroristas si antes no se hace lo propio con quienes torturan y matan animales en las situaciones más peregrinas que podamos imaginar. Y la reflexión se extiende, como no puede ser de otra forma, a todos aquellos estamentos, sean públicos o privados, que apoyan esos mismos hechos con su silencio e incluso con cierta cobertura propagandística.

Si acaso defender a los animales de sus verdugos en cualquiera de sus versiones, incluidas las actualmente declaradas ilegales, merece el calificativo de “terrorismo”, ATEA asume su condición de organización terrorista desde este mismo momento.

Esperamos que al menos el sufrimiento y el compromiso moral de nuestros compañeros detenidos sirva de acicate de cara a afrontar con un mínimo rigor el debate sobre la llamada cuestión de los animales, que no obstante trata de combatir con todos los medios a su alcance la realidad más devastadora de cuantas puedan responsabilizarse a la comunidad humana.


http://www.ateaweb.com/index.php?option=com_content&view=article&id=94:atea-se-solidariza-con-los-companeros-animalistas-detenidos-acusados-por-la-prensa-de-ecoterroristas&catid=11:otras&Itemid=38

Cazando Ecoterroristas



Desde la Página cinegética Agreste Caza – todo un alegato en version fanzine a favor de la… muerte – ya nos tienen acostumbrados a las andanadas de un plomo que siguen vomitando aún después de colgar las escopetas con las que tan bien se lo pasan esos muchachotes. No voy a decir que son más letales cuando aporrean el teclado que al apretar el gatillo – en el segundo caso el ajusticiamiento de un ser vivo no es un recurso literario – pero ambas actividades se complementan entre sí y en sus cerebros habituados a justificar lo injustificable, seguramente se asienta la peregrina creencia de que acabar con la vida de criaturas inocentes, puede venderse como una actividad decente y hasta imprescincible a base de adornarla con verbos, adjetivos, sustantivos o pronombres. Lástima del tufillo a panegírico de las ejecuciones que siempre emana de esos textos.

La cuestión es que utilizando la arrogancia a modo de pólvora, empleando por arma la difamación y la mentira, y teniendo como blanco a todos los defensores de los derechos de los animales, estos personajes vierten acusaciones con la misma agilidad con la que coleccionan en sus salones trofeos decapitados. Una actitud nada sorprendente, es cierto, en quienes glosan sus gestas escribiendo con sangre ajena sobre los despojos de otros.

Llevan en esta línea mucho tiempo, tanto como hace que alguien empezó a proclamar que matar no puede ser un deporte legal. Pero parece que ahora, con los últimos acontecimientos, se sienten especialmente envalentonados, por lo que no muestran el menor reparo en publicar un panfleto que a pesar de no ser reciente, deben de considerar idóneo repetir para echar leña al fuego que tanto gustan de alimentar: el de la quema de cualquiera que ponga en tela de juicio la libertad que reclaman para matar animales.

En dicho artículo podemos leer los siguientes pasajes: “La de Equanimal no es la única conexión que existe en España entre una ONG animalista y el oscuro y oculto mundo que rodea al eco-terrorismo” , o que: “SOS Galgos es otra ONG que martiriza constantemente a los galgueros españoles y declaraciones como ésta (se refieren a la denuncia de un canódromo por esta Asociación) ponen de manifiesto las comprometidas y ocultas relaciones que, según Lee, al menos algunos de sus miembros mantiene con uno de los eco-terroristas más famosos de la historia” .

No es mi intención entrar ahora en el debate de la caza. Que cada cual se forme su opinión sobre quienes en ocasiones se jactan en foros de cazar especies prohibidas (hasta gorriones), organizan algunos campeonatos cinegéticos – con difusión pública incluída – donde se ofrece vino y aguardiente en el desayuno (alcohol y armas), están molestos por las trabas de la administración para que los menores puedan cazar (adolescentes con armas) o abandonan, apalean y matan a perros que ya no les son útiles por viejos, enfermos, heridos o poco aptos para la caza (los galgueros con especial incidencia y crueldad). Bien es cierto que no todos los cazadores actúan así y que entre ellos bastantes condenan el furtivismo o no maltratan a sus perros, pero de lo que ninguno se libra es de matar animales por entretenimiento.

Resulta ilustrador y muy inquietante que, colgando ese escrito en sus páginas en un momento como éste y con nombres concretos tanto de organizaciones como de personas (leyendo el texto completo se puede comprobar. Su título es: Ecoterrorismo, la sombra animalista) practiquen tan ladino ejercicio de maledicencia y hagan gala de semejante desprecio a una figura del derecho como es la presunción de inocencia. Y que, ya en el colmo de la perversidad, pretendan establecer vínculos entre el terrorismo y una organización como SOS Galgos, cuya labor de denuncia, rescate, cuidado y adopción de galgos maltratados y abandonados es encomiable. Y todo porque esta Asociación pone en evidencia la masacre de perros llevada a cabo año tras año por algunos galgueros. Creo que es suficiente con ver las tétricas imágenes de numerosos cuerpos de galgos colgando de árboles tomadas en diferentes puntos de nuestro País – “tocando el piano” dirían socarrones los que los ahorcan – para saber que esas prácticas son tan infames como reales.

Supongo que el progresivo endurecimiento de las leyes relativas a la actividad cinegética, la constante disminución de licencias – y de afición, claro está – los incontables accidentes de caza – por negligencia casi siempre – habidos cada año con muertos y heridos y, por supuesto, el que cada día menos ciudadanos se crean las cacareadas pretensiones conservacionistas y ecologistas de los adictos a descerrajar tiros sobre criaturas vivas, es algo que les tiene muy nerviositos. Por eso disparan como lo hacen, convirtiendo en munición incluso el alfabeto. La verdad es que lo extraño sería encontrar cordura y sensibilidad en quien se lo pasa pipa matando y espera poder seguir haciéndolo con impunidad, sin que ningún metomentodo venga a privarles de lo que ellos llaman “su libertad”. Valientes lecciones de ética pueden ser las que vienen de aquellos que coleccionan cadáveres, y que en vez de sentir placer contemplando cómo se desarrolla en otros seres la vida, experimentan regocijo ante la agonía y la muerte que ellos les provocan.

Julio Ortega Fraile

www.matarpormatarnon.org

www.findelmaltratoanimal.blogspot.com

viernes, 24 de junio de 2011

No somos terroristas

Eran las siete de la mañana. Llegaron varios vehículos blindados de la misma unidad de la Guardia Civil que persigue y detiene, por ejemplo, a etarras con delitos de sangre. Actuaron en Madrid, Galicia, Asturias y Bilbao, donde una vecina grabó la escena: los agentes de ese orden, armados con fusiles y acompañados por perros adiestrados en la detección de explosivos, acordonaron la zona, se apostaron en el portal e irrumpieron en la vivienda. La gente estaba durmiendo y despertó con el pánico que produce que te saquen de la cama así. Los comandos antiterroristas registraron las casas, o sea, las dejaron patas arriba. Requisaron ordenadores. Se llevaron también material de trabajo muy sospechoso y delicado, como pins y camisetas. Más tarde, sacaron a los detenidos: con las manos esposadas a la espalda, vimos a nuestros compañeros. Soy socia de Equanimal, una organización legalmente constituida, de carácter no lucrativo y fines solidarios, con la que colaboro de forma activa. Es una de las dos asociaciones en defensa de los animales a las que pertenecen los 12 detenidos del otro día. Conozco también a los de Igualdad Animal, cuyo activismo sigo y apoyo desde la creación del grupo.

Donde sí hay violencia, extrema, es en los numerosos lugares de explotación animal

Que estas personas sean acusadas de terrorismo es un atentado propio de un mundo al revés y de un país que adopta una estrategia de desprestigio de los colectivos animalistas cuyo precedente está en otros países de Europa y en Estados Unidos (donde se descubrió que ciertas acciones violentas en laboratorios habían sido llevadas a cabo por miembros infiltrados del FBI): consiste en la criminalización de un movimiento pacífico, que va teniendo un apoyo social creciente. Los lobbies empresariales se sienten amenazados por la repulsa hacia sus crueles actividades económicas y reaccionan con represión, tratando de frenar el movimiento demonizándolo con escenas mediáticas como las de esta detención: de las que ponen violencia donde no la había.

Donde sí hay violencia, extrema, es en los numerosos lugares de explotación animal que Equanimal e Igualdad Animal investigan y denuncian: granjas de producción intensiva para el consumo alimenticio humano; laboratorios de experimentación; plazas de toros y otros escenarios de festejos crueles; zoológicos. Solo en las granjas peleteras, 300.000 visones mueren al año de manera brutal. Precisamente en una granja peletera gallega se produjo en 2006 la liberación de varios miles de visones, acción que motivó la apertura de una investigación que inculpó a los animalistas, aunque han insistido en su no participación y ya entonces un activista apuntó a otras posibilidades: un autosabotaje para cobrar seguros; un ataque de la competencia; una ofensiva de grupos económicos contra el avance de la conciencia animalista, pues se aprobaban entonces en Bruselas, aunque mutiladas, algunas leyes de protección animal. Sus argumentos se basaban no solo en la imposibilidad de los activistas de liberar tal cantidad de animales, sino en el hecho de que las liberaciones que llevan a cabo estas asociaciones son de carácter meramente simbólico (uno o muy pocos animales), a cara descubierta y con sus logos visibles. Lo que tanto Equanimal como Igualdad Animal han realizado son grabaciones donde quedan patentes las atroces condiciones en las que viven los animales en esos centros de explotación y exterminio, el infierno que les reserva la codicia y la violencia humanas. No parece casual que apenas un día antes de las detenciones Cuatro emitiera la grabación de una granja de cerdos. Ante la repercusión de tales imágenes, un activista asegura que "la acusación real es por dos crímenes mucho más graves para los poderes económicos y políticos: difundir la verdad y hacer pensar a la sociedad. (...) Este es el momento de comprobar si el Poder Judicial sirve a la justicia y a la ética o a esos otros poderes".

Porque nosotros no somos terroristas, señores agentes, jueces y periodistas, están ustedes intentando confundir a una opinión pública cada vez menos manipulable: tacharon de violento al Movimiento 15-M, cuando la única violencia ha provenido de determinadas intervenciones policiales. No somos ecoterroristas, señores: ecoterrorismo son los vertidos ilegales, los residuos nucleares o el urbanismo corrupto. Para que ustedes vayan orientándose: nosotros somos antiespecistas, es decir, luchamos contra el especismo, que discrimina por razón de especie como el racismo discrimina por raza o el sexismo por género. Así que nuestros detenidos son presos de conciencia, políticos, como lo fueron durante la dictadura los homosexuales a quienes se aplicó la Ley sobre Peligrosidad Social. Y el futuro lo demostrará, aunque ahora se nos tache de "radicales" porque apelamos a la raíz moral del sistema. En cualquier caso, es curioso, desde un punto de vista semántico, que los compañeros estén "acusados de liberar", es decir, de hacer que alguien quede libre. Paradójica acusación.

http://www.elpais.com/articulo/madrid/somos/terroristas/elpeputec/20110624elpmad_5/Tes