Maltrato animal

Cuatro ganaderos han sido imputados por maltrato animal a sus caballos, a los que han colocado cepos de cuatro kilos para que no se escapen.

Ya no pueden ni galopar porque sólo el hecho de intentar caminar es para estos animales un suplicio. Sus dueños les han colocado a menos uno de estos grandes artilugios de madera en las patas, lo que les provoca grandes heridas y malformaciones en las pezuñas.

Sin embargo, para los ganaderos se trata de un daño mínimo y necesario para evitar que puedan escapar. Si les permite seguir criando y pariendo, ellos siguen teniendo negocio, el maltrato al animal en este caso es secundario, como puedes ver en este vídeo.