miércoles, 15 de abril de 2009

Contradicciones de los cazadores

No deja de sorprenderme lo buenos que se creen algunos cazadores que dicen ayudar y proteger a algunos animales y por otro lado desamparan y matan a todos los demás. Parece ser que algunos animales merecen su compasión y su protección y otros merecen toda su crueldad y sadismo. Estos cazadores que alardean de adorar a su perro, por otro lado matan sin pestañear a venados, ciervos, gamos, corzos, jabalíes, etcétera.
También dicen que procuran matar de la manera menos cruenta posible lo cual es imposible porque los animales, que sienten el dolor al igual que los humanos, sufren, agonizan y se desangran.
Muchos se autodefinen como ecologistas, pero en España los cazadores disparan entre 5.000 y 6.000 toneladas de plomo a través de 250 millones de cartuchos que no sólo contaminan nuestra tierra y nuestros ríos sino que son la primera causa de la muerte de otros animales como aves acuáticas, perdices, faisanes y rapaces.
Otros señalan que hay especies de animales con una población excesiva que hay que controlar; pero si es así ¿por qué existen las granjas cinegéticas donde se crían animales exclusivamente para la caza? Animales indefensos, sin instintos de defensa por haber vivido enjaulados toda su vida y que se convierten en un blanco fácil. Los cazadores pretenden dar imagen de buenas personas pero no pueden ocultar la realidad de la caza: la muerte por accidente de otras personas; el abandono de cientos de perros; el ahorcamiento de galgos; la caza furtiva de animales en peligro de extinción; la caza con cepos, lazos, ligas o redes, métodos todos ellos ilegales, donde los animales agonizan durante días atrapados hasta que mueren. La imagen de la caza es más bien sufrimiento, crueldad, sangre y muerte.
Fuente: El Pais.

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